01/05/2018
5 Detalles sobre movimientos migratorios y una advertencia
El Banco Mundial ha publicado el número 29 de su colección "Informe sobre Migración y Desarrollo" (que ha sido coordinado por Dilip Ratha, Director de la Alianza Mundial de Conocimientos sobre Migración y Desarrollo: KNOMAD).
En esta ocasión, este estudio ha tenido como objeto principal las remesas que los migrantes envían a sus países de origen, de hecho, el Informe lleva por título Migration and Remitances, si bien se incluyen otros temas de indudable interés para conocer los movimientos migratorios actuales, entre los que destaca la cuestión de las migraciones “de tránsito”.
A modo de resumen, voy a listar las principales cuestiones que aborda el documento, que considero son necesarias para comprender las migraciones en el mundo, así como finalizo con una advertencia, recogida en el propio documento que reseño, sobre lo que se avecina en relación a los flujos migratorios antes de lo que nos pensamos:
1. Más personas migrando en el mundo, y más refugiados hacia países de ingresos bajos y medios.
El Informe destaca que se están incrementando los flujos migratorios en el ámbito mundial, estimándose que pueden haber llegado a los 266 millones de personas en 2017.
Los “Top Ten”, o diez principales países de origen de los migrantes internacionales son (en millones): India (16.4); México (11.9); Rusia (11.0); China (10.1); Bangladesh (7.8); Siria (7.8); Paquistán (6.1); Ucrania (6.0); Filipinas (6.0) y Afganistán (5.1).
Por su lado, los diez países que reciben mayor número de migrantes son (en millones también): EE.UU. (47.5); Alemania (12.6); Arabia Saudí (12.2); Rusia (11.7); Reino Unido (9.2); Emiratos Árabes Unidos (8.3); Canadá (8.1); Francia (8.0); Australia (6.9) y España (6.3).
Ahora bien, respecto de este último listado, el pertenecer a la liga de países de destino de migrantes, no significa que a su vez se tenga el mayor número de estos en porcentaje de población: de hecho, los países que mayor porcentaje de extranjeros poseen son Emiratos Árabes Unidos (88%),Kuwait (80%) y Qatar (79%). En Europa solo se acercan a esos porcentajes Liechtenstein (68%) y Luxemburgo (45%).
En relación con los refugiados, su número se calcula en unos 18.5 millones (alrededor del 7% de los migrantes internacionales),sobrepasando el pico histórico que se alcanzó en 1992. De esos 18.5 millones en el ámbito mundial, en 2017 la cifra en la Unión Europea aparece estabilizada en 1.9 millones. De hecho, mientras la crisis migratoria en Europa de estos últimos tres años parece haber pasado su punto culminante, son los países de bajos y medianos ingresos los más afectados por los desplazamientos forzosos.
Los mayores países receptores de refugiados durante los seis primeros meses de 2017 fueron Turquía (3.2 millones); Paquistán (1.4); Uganda (1.3); Líbano (1) e Irán (1). A su vez, los países de origen de los refugiados fueron: Siria (6 millones); Afganistán (2.6); Sudán del Sur (2); Somalia (1) y Sudán (0.7).
2. Aumento de las remesas y también de los correspondientes costes de la transferencia.
Según constata el Informe que se reseña, tras dos años de descenso, las remesas enviadas a países de ingreso bajo y mediano experimentaron un repunte del 8.5% hasta alcanzar un nivel sin precedentes de 466 billones de dólares. Globalmente, las remesas llegaron a los 613 billones.
Estos flujos de remesas beneficiaron en el 2017 a todas las regiones en el ámbito mundial: en Europa y Asia central en un 20.9%; en África subsahariana en un 11.4%; en Oriente Medio y el norte de África en un 9.3%; en América Latina y el Caribe en un 8.7%; en Asia oriental y el Pacífico por 5.8%; y en el sur de Asia en un 5.8%.
El coste promedio global del envío de remesas permanece casi estancado, en in 7.1% en el primer trimestre de 2018, pero es más del doble de la meta de la Agenda de Desarrollo Sostenible 2030 de Naciones Unidas, que lo sitúa en el 3%.
Varios factores coadyuvan a esos altos costes, entre ellos la desconfianza de los bancos comerciales ante estos servicios, así como la existencia de operadores que lo monopolizan. Por esas razones, el Informe pide un diálogo entre los agentes que intervienen en la transferencia de remesas, la aplicación de estándares o normas internacionales, y el uso de las innovaciones tecnológicas para favorecer las compañías de remesas a los servicios bancarios, y asistencia técnica relacionada con la transferencia de remesas.
3. Los trabajadores migrantes con menores ingresos son los que soportan mayores costes derivados de su reclutamiento laboral.
Las tasas de reclutamiento a las que han de hacer frente los migrantes para garantizarse un empleo en el extranjero tienden a ser más elevados cuanto más bajas sean las retribuciones de los trabajadores correspondientes. Dicho en otras palabras, a menor cualificación del trabajador, mayores costes deberá asumir para emigrar. Los trabajadores migrantes que incurren en mayores costes son los que tienen más probabilidades de obtener ingresos más bajos que los que se les prometió, que probablemente serán pagados de forma irregular, o tienen menores probabilidades de ser indemnizados en caso de accidente laboral.
Para el informe, se deberían realizar esfuerzos para reducir los costes de reclutamiento a través de un mejor control de las agencias de colocación y facilitar la contratación directa por empleadores debidamente autorizados.
4. No todos los migrantes desean ir a Europa o América del Norte.
El análisis editado por Banco Mundial dedica un apartado extenso a tratar el tema de las Migraciones de tránsito, es decir, la llegada de migrantes a un país que no es su destino final o perseguido.
Las mayores rutas de tránsito de inmigrantes en el mundo son:
1. De África subsahariana al norte de África y a Europa;
2. De Asia occidental/Asia meridional a Turquía y a Europa;
3 De Centroamérica a México y a los Estados Unidos;
4. De Asia occidental-Tailandia/Malasia/Indonesia a Australia.
Con la base de estos datos, el Informe advierte que no todos los migrantes o solicitantes de asilo desean ir a Europa, a América del Norte o a Australia. Por un lado, respecto de la ruta transahariana, los estudios detectan que para muchos migrantes el destino final es Argelia o Libia. Además, en los últimos años gran cantidad de africanos occidentales buscan oportunidades en economías emergentes del continente, como Angola, Guinea Ecuatorial, y Costa de Ivory, más que tomar el riesgo de cruzar hacia Europa.
Respeto de la migración de tránsito, el Informe señala que los motivos para emprenderla son los mismos que los que impulsan las migraciones voluntarias o forzosas: únicamente, los migrantes se ven obligados a transitar por países intermedios, y posiblemente establecerse en ellos, en función de los bloqueos o la ralentización de la inmigración en función de los controles migratorios en el país de destino final. Además, los países de tránsito se eligen por la facilidad de entrada en el país y la garantía de un pasaje hacia el destino final.
De hecho, los países que rodean a la Unión Europea se han convertido en países de tránsito ante el descenso de posibilidades de canales legales de migración para los trabajadores migrantes poco cualificados (actualmente se encontrarían en esta situación Turquía, Moldavia y Ucrania). Entre los países que también viven migraciones de tránsito, el Informe constata la situación de México, el cual ante las restricciones para reducir la llegada de migrantes en su frontera sur, ha hecho que emerjan cada vez más como países de tránsito Costa Rica, Perú, Ecuador, Bolivia y Panamá; también de Paquistán, donde paran sobre todo afganos; Turquía, que también ve entrar a paquistanís y afganos en su tránsito hacia Europa; en el este de Asia y la región del pacífico, como países de tránsito emergen Indonesia, Tailandia y Malasia.
Las migraciones de tránsito tienen impactos positivos limitados y pocos ganadores: pueden beneficiar a aquellos migrantes que huyen de la pobreza y la persecución, y puede beneficiar a comunidades locales, pero los migrantes en tránsito no tienen los medios para enviar remesas a sus países de origen. Por lo que hacen al país de tránsito, la migración de tránsito puede erosionar su capacidad para controlar sus fronteras además de suponer mucha presión para sus ya limitados recursos públicos.
Según el Informe, una de las medidas para reducir las migraciones de tránsito es abrir canales legales para las migraciones hacia los países de destino. También el respeto a los derechos humanos de los migrantes de tránsito. En aquellas situaciones en los que los migrantes permanecen prolongadamente en el país de tránsito, deberían proveerles de acceso a la educación, la sanidad y los mercados de trabajo.
5. Para el éxito de las políticas migratorias, hay que contar con los retos que afrontan los ciudadanos de los países receptores.
Para los autores del Informe, en el proceso que se está llevando a cabo impulsado por Naciones Unidas para llegar a un Pacto Global sobre Migración, se deberían incluir varios temas que pueden incidir en el éxito de las políticas migratorias que de aquel deriven. Algunos de estos temas tienen que ver con los retos a los que se enfrentan las poblaciones receptoras de migrantes: el mantenimiento de sus identidades nacionales frente a la gran cantidad de flujos migratorios y la percepción por los trabajadores autóctonos de una competencia por los empleos. También deberían negociarse las dificultades a las que se enfrentan los familiares de los migrantes que permanecen en los países de origen.
Y la advertencia:
El informe finaliza advirtiendo que hay una alta probabilidad de movimientos de personas mayores de lo previsto en las próximas décadas, lo que dota de un importante carácter de urgencia a los Estados miembros para que adopten y apliquen el Pacto Global sobre Migración.
Esa advertencia en función de que la población en edad de trabajar va a aumentar en los países de ingresos bajos y medios en más de 2 billones hacia el 2050, mientras que los niveles de empleo probablemente no superen este número en más de 800 millones. Desde luego, este déficit es un indicador de las crecientes presiones migratorias que va a vivir el mundo en las próximas tres décadas.
A modo de resumen, voy a listar las principales cuestiones que aborda el documento, que considero son necesarias para comprender las migraciones en el mundo, así como finalizo con una advertencia, recogida en el propio documento que reseño, sobre lo que se avecina en relación a los flujos migratorios antes de lo que nos pensamos:
1. Más personas migrando en el mundo, y más refugiados hacia países de ingresos bajos y medios.
El Informe destaca que se están incrementando los flujos migratorios en el ámbito mundial, estimándose que pueden haber llegado a los 266 millones de personas en 2017.
Los “Top Ten”, o diez principales países de origen de los migrantes internacionales son (en millones): India (16.4); México (11.9); Rusia (11.0); China (10.1); Bangladesh (7.8); Siria (7.8); Paquistán (6.1); Ucrania (6.0); Filipinas (6.0) y Afganistán (5.1).
Por su lado, los diez países que reciben mayor número de migrantes son (en millones también): EE.UU. (47.5); Alemania (12.6); Arabia Saudí (12.2); Rusia (11.7); Reino Unido (9.2); Emiratos Árabes Unidos (8.3); Canadá (8.1); Francia (8.0); Australia (6.9) y España (6.3).
Ahora bien, respecto de este último listado, el pertenecer a la liga de países de destino de migrantes, no significa que a su vez se tenga el mayor número de estos en porcentaje de población: de hecho, los países que mayor porcentaje de extranjeros poseen son Emiratos Árabes Unidos (88%),Kuwait (80%) y Qatar (79%). En Europa solo se acercan a esos porcentajes Liechtenstein (68%) y Luxemburgo (45%).
En relación con los refugiados, su número se calcula en unos 18.5 millones (alrededor del 7% de los migrantes internacionales),sobrepasando el pico histórico que se alcanzó en 1992. De esos 18.5 millones en el ámbito mundial, en 2017 la cifra en la Unión Europea aparece estabilizada en 1.9 millones. De hecho, mientras la crisis migratoria en Europa de estos últimos tres años parece haber pasado su punto culminante, son los países de bajos y medianos ingresos los más afectados por los desplazamientos forzosos.
Los mayores países receptores de refugiados durante los seis primeros meses de 2017 fueron Turquía (3.2 millones); Paquistán (1.4); Uganda (1.3); Líbano (1) e Irán (1). A su vez, los países de origen de los refugiados fueron: Siria (6 millones); Afganistán (2.6); Sudán del Sur (2); Somalia (1) y Sudán (0.7).
2. Aumento de las remesas y también de los correspondientes costes de la transferencia.
Según constata el Informe que se reseña, tras dos años de descenso, las remesas enviadas a países de ingreso bajo y mediano experimentaron un repunte del 8.5% hasta alcanzar un nivel sin precedentes de 466 billones de dólares. Globalmente, las remesas llegaron a los 613 billones.
Estos flujos de remesas beneficiaron en el 2017 a todas las regiones en el ámbito mundial: en Europa y Asia central en un 20.9%; en África subsahariana en un 11.4%; en Oriente Medio y el norte de África en un 9.3%; en América Latina y el Caribe en un 8.7%; en Asia oriental y el Pacífico por 5.8%; y en el sur de Asia en un 5.8%.
El coste promedio global del envío de remesas permanece casi estancado, en in 7.1% en el primer trimestre de 2018, pero es más del doble de la meta de la Agenda de Desarrollo Sostenible 2030 de Naciones Unidas, que lo sitúa en el 3%.
Varios factores coadyuvan a esos altos costes, entre ellos la desconfianza de los bancos comerciales ante estos servicios, así como la existencia de operadores que lo monopolizan. Por esas razones, el Informe pide un diálogo entre los agentes que intervienen en la transferencia de remesas, la aplicación de estándares o normas internacionales, y el uso de las innovaciones tecnológicas para favorecer las compañías de remesas a los servicios bancarios, y asistencia técnica relacionada con la transferencia de remesas.
3. Los trabajadores migrantes con menores ingresos son los que soportan mayores costes derivados de su reclutamiento laboral.
Las tasas de reclutamiento a las que han de hacer frente los migrantes para garantizarse un empleo en el extranjero tienden a ser más elevados cuanto más bajas sean las retribuciones de los trabajadores correspondientes. Dicho en otras palabras, a menor cualificación del trabajador, mayores costes deberá asumir para emigrar. Los trabajadores migrantes que incurren en mayores costes son los que tienen más probabilidades de obtener ingresos más bajos que los que se les prometió, que probablemente serán pagados de forma irregular, o tienen menores probabilidades de ser indemnizados en caso de accidente laboral.
Para el informe, se deberían realizar esfuerzos para reducir los costes de reclutamiento a través de un mejor control de las agencias de colocación y facilitar la contratación directa por empleadores debidamente autorizados.
4. No todos los migrantes desean ir a Europa o América del Norte.
El análisis editado por Banco Mundial dedica un apartado extenso a tratar el tema de las Migraciones de tránsito, es decir, la llegada de migrantes a un país que no es su destino final o perseguido.
Las mayores rutas de tránsito de inmigrantes en el mundo son:
1. De África subsahariana al norte de África y a Europa;
2. De Asia occidental/Asia meridional a Turquía y a Europa;
3 De Centroamérica a México y a los Estados Unidos;
4. De Asia occidental-Tailandia/Malasia/Indonesia a Australia.
Con la base de estos datos, el Informe advierte que no todos los migrantes o solicitantes de asilo desean ir a Europa, a América del Norte o a Australia. Por un lado, respecto de la ruta transahariana, los estudios detectan que para muchos migrantes el destino final es Argelia o Libia. Además, en los últimos años gran cantidad de africanos occidentales buscan oportunidades en economías emergentes del continente, como Angola, Guinea Ecuatorial, y Costa de Ivory, más que tomar el riesgo de cruzar hacia Europa.
Respeto de la migración de tránsito, el Informe señala que los motivos para emprenderla son los mismos que los que impulsan las migraciones voluntarias o forzosas: únicamente, los migrantes se ven obligados a transitar por países intermedios, y posiblemente establecerse en ellos, en función de los bloqueos o la ralentización de la inmigración en función de los controles migratorios en el país de destino final. Además, los países de tránsito se eligen por la facilidad de entrada en el país y la garantía de un pasaje hacia el destino final.
De hecho, los países que rodean a la Unión Europea se han convertido en países de tránsito ante el descenso de posibilidades de canales legales de migración para los trabajadores migrantes poco cualificados (actualmente se encontrarían en esta situación Turquía, Moldavia y Ucrania). Entre los países que también viven migraciones de tránsito, el Informe constata la situación de México, el cual ante las restricciones para reducir la llegada de migrantes en su frontera sur, ha hecho que emerjan cada vez más como países de tránsito Costa Rica, Perú, Ecuador, Bolivia y Panamá; también de Paquistán, donde paran sobre todo afganos; Turquía, que también ve entrar a paquistanís y afganos en su tránsito hacia Europa; en el este de Asia y la región del pacífico, como países de tránsito emergen Indonesia, Tailandia y Malasia.
Las migraciones de tránsito tienen impactos positivos limitados y pocos ganadores: pueden beneficiar a aquellos migrantes que huyen de la pobreza y la persecución, y puede beneficiar a comunidades locales, pero los migrantes en tránsito no tienen los medios para enviar remesas a sus países de origen. Por lo que hacen al país de tránsito, la migración de tránsito puede erosionar su capacidad para controlar sus fronteras además de suponer mucha presión para sus ya limitados recursos públicos.
Según el Informe, una de las medidas para reducir las migraciones de tránsito es abrir canales legales para las migraciones hacia los países de destino. También el respeto a los derechos humanos de los migrantes de tránsito. En aquellas situaciones en los que los migrantes permanecen prolongadamente en el país de tránsito, deberían proveerles de acceso a la educación, la sanidad y los mercados de trabajo.
5. Para el éxito de las políticas migratorias, hay que contar con los retos que afrontan los ciudadanos de los países receptores.
Para los autores del Informe, en el proceso que se está llevando a cabo impulsado por Naciones Unidas para llegar a un Pacto Global sobre Migración, se deberían incluir varios temas que pueden incidir en el éxito de las políticas migratorias que de aquel deriven. Algunos de estos temas tienen que ver con los retos a los que se enfrentan las poblaciones receptoras de migrantes: el mantenimiento de sus identidades nacionales frente a la gran cantidad de flujos migratorios y la percepción por los trabajadores autóctonos de una competencia por los empleos. También deberían negociarse las dificultades a las que se enfrentan los familiares de los migrantes que permanecen en los países de origen.
Y la advertencia:
El informe finaliza advirtiendo que hay una alta probabilidad de movimientos de personas mayores de lo previsto en las próximas décadas, lo que dota de un importante carácter de urgencia a los Estados miembros para que adopten y apliquen el Pacto Global sobre Migración.
Esa advertencia en función de que la población en edad de trabajar va a aumentar en los países de ingresos bajos y medios en más de 2 billones hacia el 2050, mientras que los niveles de empleo probablemente no superen este número en más de 800 millones. Desde luego, este déficit es un indicador de las crecientes presiones migratorias que va a vivir el mundo en las próximas tres décadas.