28/10/2013
Conclusiones: las reformas laborales en España
La semana pasada fui invitado por el Grupo de Investigación de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de la Universidad de Amberes para hacer varias conferencias a estudiantes de Derecho y a representantes sindicales sobre el tema "The Influence of European on Spanish social law: The labour market reforms in Spain". Mi participación en este acto tuvo por objetivo explicar las reformas laborales producidas en España, principalmente desde el crash financiero de 2008, y la carta posterior del Banco Central Europeo al Gobierno español (carta cuyo contenido aún es desconocido),que llevaron a una reducción inaudita del gasto público y el inicio de un proceso de reformas de gran calado sobre el mercado de trabajo.
Me complace incluir en mi blog las principales conclusiones que expresé en estas conferencias. En este sentido, la reforma laboral impulsada por el Gobierno español del conservador Partido Popular, ha tenido las siguientes o principales consecuencias:
1. Desequilibro de la relación laboral en favor del empleador. Este ha pasado a tener un gran poder en la configuración de las condiciones de trabajo, tanto en lo que se refiere a la modificación de las condiciones de trabajo (distribución de la jornada y reducción de salarios),como en materia de despidos, individuales o colectivos. De hecho, la reforma laboral ha supuesto una reducción de los derechos laborales sobre todo en las grandes empresas.
En todo caso, el aspecto más visible de la reforma laboral ha sido el aumento de los despidos de trabajadores amparados en razones empresariales. Esta actuación ha sido la preferida por el empresario, y no la consistente en modificar las condiciones de trabajo para evitar justamente esos despidos.
Por otra parte, aunque se hayan bajado las indemnizaciones por despidos, el mercado de trabajo sigue con la enfermedad crónica de contratar a los trabajadores con contratos temporales y no indefinidos.
2. Aumento de las situaciones de irregularidad o del trabajo atípico, lo que también está relacionado con la economía informal. Al aumento de trabajadores en este sector de la economía informal, se suman situaciones de irregularidad derivadas del no reconocimiento de los derechos laborales: por ejemplo, trabajadores a tiempo parcial que trabajan más horas (informalmente) de lo que les impone el contrato, u órdenes (ilegales) de la empresa al trabajador asalariado para que cambie su estatuto a trabajador autónomo si quiere seguir vinculado a la empresa.
3. Pérdida de poder sindical en la negociación de las condiciones de trabajo en las empresas. De forma derivada, el Gobierno ha promocionado la negociación colectiva en empresa, no en sector, donde la influencia de los Sindicatos es más débil.
4. Pérdida de poder de mediación de la Administración pública en la resolución de conflictos laborales, y aumento de la importancia de los Tribunales de Justicia en la solución de éstos. De hecho, en muchas ocasiones los Jueces de lo Social están suponiendo un contrapeso a una aplicación de la normativa laboral sin considerar sus aspectos formales o procedimentales, y derivado de ello, la asunción de garantías para el trabajador en relación sobre todo a su despido.
5. La reforma laboral ha resultado un desastre en su objetivo de creación de empleo. El desempleo sigue subiendo, si bien para el Gobierno lo hace más lentamente que antes de la reforma. De hecho, el Gobierno ha cambiado su planteamiento inicial y dice ahora que la reforma laboral era “sentar las bases” para la futura creación de empleo “cuando mejore la situación económica”.
6. Pérdida de numeroso personal de la Administración Pública Se estima que han perdido su trabajo en la Administración pública un 9,4% del número de empleados del sector público (alrededor de cuatrocientas mil personas).
7. En fin, la reforma laboral no está solucionando la situación de desempleo. De hecho, la devaluación de las condiciones de trabajo (salario) no está implicando un crecimiento económico, y es más, se está incrementando la pobreza en España y las situaciones de desigualdad social.
Por otra parte, la manera de gobernar y legislar del Partido Popular, sin pasar por los adecuados filtros parlamentarios en el Parlamento, y de forma impulsiva, están pasando una importante factura al sistema democrático español.
En España, la Constitución española y su configuración del Estado español como un Estado Social, han sido contradicha. Jurídicamente hablando, habrá que esperar que opina de ello el Tribunal Constitucional.
1. Desequilibro de la relación laboral en favor del empleador. Este ha pasado a tener un gran poder en la configuración de las condiciones de trabajo, tanto en lo que se refiere a la modificación de las condiciones de trabajo (distribución de la jornada y reducción de salarios),como en materia de despidos, individuales o colectivos. De hecho, la reforma laboral ha supuesto una reducción de los derechos laborales sobre todo en las grandes empresas.
En todo caso, el aspecto más visible de la reforma laboral ha sido el aumento de los despidos de trabajadores amparados en razones empresariales. Esta actuación ha sido la preferida por el empresario, y no la consistente en modificar las condiciones de trabajo para evitar justamente esos despidos.
Por otra parte, aunque se hayan bajado las indemnizaciones por despidos, el mercado de trabajo sigue con la enfermedad crónica de contratar a los trabajadores con contratos temporales y no indefinidos.
2. Aumento de las situaciones de irregularidad o del trabajo atípico, lo que también está relacionado con la economía informal. Al aumento de trabajadores en este sector de la economía informal, se suman situaciones de irregularidad derivadas del no reconocimiento de los derechos laborales: por ejemplo, trabajadores a tiempo parcial que trabajan más horas (informalmente) de lo que les impone el contrato, u órdenes (ilegales) de la empresa al trabajador asalariado para que cambie su estatuto a trabajador autónomo si quiere seguir vinculado a la empresa.
3. Pérdida de poder sindical en la negociación de las condiciones de trabajo en las empresas. De forma derivada, el Gobierno ha promocionado la negociación colectiva en empresa, no en sector, donde la influencia de los Sindicatos es más débil.
4. Pérdida de poder de mediación de la Administración pública en la resolución de conflictos laborales, y aumento de la importancia de los Tribunales de Justicia en la solución de éstos. De hecho, en muchas ocasiones los Jueces de lo Social están suponiendo un contrapeso a una aplicación de la normativa laboral sin considerar sus aspectos formales o procedimentales, y derivado de ello, la asunción de garantías para el trabajador en relación sobre todo a su despido.
5. La reforma laboral ha resultado un desastre en su objetivo de creación de empleo. El desempleo sigue subiendo, si bien para el Gobierno lo hace más lentamente que antes de la reforma. De hecho, el Gobierno ha cambiado su planteamiento inicial y dice ahora que la reforma laboral era “sentar las bases” para la futura creación de empleo “cuando mejore la situación económica”.
6. Pérdida de numeroso personal de la Administración Pública Se estima que han perdido su trabajo en la Administración pública un 9,4% del número de empleados del sector público (alrededor de cuatrocientas mil personas).
7. En fin, la reforma laboral no está solucionando la situación de desempleo. De hecho, la devaluación de las condiciones de trabajo (salario) no está implicando un crecimiento económico, y es más, se está incrementando la pobreza en España y las situaciones de desigualdad social.
Por otra parte, la manera de gobernar y legislar del Partido Popular, sin pasar por los adecuados filtros parlamentarios en el Parlamento, y de forma impulsiva, están pasando una importante factura al sistema democrático español.
En España, la Constitución española y su configuración del Estado español como un Estado Social, han sido contradicha. Jurídicamente hablando, habrá que esperar que opina de ello el Tribunal Constitucional.