27/08/2019
Clave política europea: la integración de los inmigrantes.
La Comisión Europea ha publicado durante este periodo veraniego un informe muy interesante titulado “Sustainable inclusion of migrants into society and labour market” (en traducción libre: Inclusión sostenible de los migrantes en la sociedad en la sociedad y en el mercado de trabajo).
Como se señala en la presentación del informe Sustainable inclusion of migrants into society and labour market incluida en la página web que he vinculado a su título, este se ha realizado para mirar de responder a la pregunta de cómo asegurar de que los migrantes y refugiados que residen en la Unión Europea (unos 22,3 millones, lo que viene a ser el 4,4% de la población total de la UE),participen plenamente en la vida económica, cultural y social.
El informe cuenta con un prefacio de la Sra. Marianne Thyssen, Comisaria de Empleo, Asuntos Sociales, Cualificaciones y Movilidad laboral, de la Comisión Europea, del que quisiera recalcar dos ideas: en primer lugar, la propuesta de dotar a la migración, gestionada adecuadamente, como parte de una estrategia global para afrontar el envejecimiento demográfico y para la sostenibilidad de los sistemas de seguridad social y de pensiones. Con esta óptica, al Sra. Thyssen expresa que la clave es garantizar la inclusión de los migrantes en el mercado laboral y la sociedad, tanto respecto de los hombres como de las mujeres. En segundo lugar, y como derivada de lo anterior, que dicha inclusión de los migrantes debe realizarse con un enfoque integrado, lo que significa varias cosas: aprender unos de otros y trabajar conjuntamente, pero también ofrecer “una integración de servicios”, es decir, no solo canalizar a las personas hacia un trabajo, sino aprender la lengua del país de destino y gozar de servicios de salud y cuidado de niños.
Tras el prefacio, el Informe empieza por expresar la importancia de la inclusión de los migrantes en el mercado de trabajo como una de las áreas clave de las políticas de la Unión Europea. En este aspecto, el informe recuerda varios rasgos negativos que afectan a los migrantes extracomunitarios en el mercado de trabajo europeo como la desproporción entre el hecho de que estos son más jóvenes que los nativos (un 78% de aquellos tienen entre 15 y 64 años),pero en cambio su la tasa de actividad es del 58%; o que la tasa de empleo de los migrantes es del 67% mientras que los nativos es del 73%. Junto a ello, el informe se hace eco también de los problemas a los que se enfrentan muchos migrantes cualificados, a los que o se les reconocen sus cualificaciones en el país de destino, o en el otro extremo, los poco cualificados que no ven forma de progresar y su potencial es desaprovechado. A ello se unen los cambios que se están produciendo en el mercado de trabajo, así como las fluctuaciones en el tamaño y naturaleza de los grupos de migrantes que acceden a la UE.
Frente a ello, una de las conclusiones del informe es que para que las políticas de inclusión de los migrantes en el mercado de trabajo se conviertan en una garantía de futuro es imprescindible mirar hacia adelante y entender las tendencias más amplias que están configurando el mundo del trabajo y prepararse para los retos de futuro.
Uno de los aspectos más interesantes del Informe es el análisis de las políticas de integración de los migrantes, que se ha de recordar que son competencia de los Estados miembros, no de la propia Unión, si bien está dispone de apoyos financieros para llevar a cabo dichas políticas y medidas de integración que también son objeto de recopilación en el informe. En todo caso, no se ha de olvidar, y el informe así lo recoge, los planes o documentos no vinculantes que ha lanzado la Comisión Europea para apoyar a los Estados miembros, empleadores y agentes sociales en la adopción de medidas de integración de los migrantes, como Los principios comunes básicos para la política de integración de los inmigrantes en la UE de 2004, o también el Plan de Acción para la integración de los inmigrantes extracomunitarios, de 2016.
En este punto, recomiendo la lectura de su apartado 2.2, en el que de forma resumida se habla de los modelos de las políticas de los Estados miembros de las políticas de integración, que divide en cuatro: el modelo dirigido por el Gobierno del Estado; en segundo lugar, el modelo basado en proyectos y desarrollado en el ámbito local y regional; tercero, el modelo del “laissez-faire” en el que se suele abrir la adopción de medidas a entidades privadas; y finalmente el modelo ONG, ya que estas son las que proveen los servicios de inclusión de los migrantes usando fondos de la UE. El informe valorar algunos pros y contras de cada uno de los modelos, aunque no apuesta por ninguno de ellos. En todo caso, en la parte final del documento que se está comentando se acogen los mensajes clave que la Comisión Europea pretende lanzar en materia de políticas de inclusión de los migrantes en la sociedad y en el mercado de trabajo, así por ejemplo, en relación a cómo desarrollar mejor el enfoque integrado para incluir activamente a los migrantes en el mercado de trabajo, se incluyen, entre otras propuestas, la de asegurar una coordinación entre las partes interesadas en este ámbito para evitar la duplicación y lograr la complementariedad de medidas de apoyo a la inclusión. También la de involucrar y construir asociaciones innovadoras con actores no gubernamentales para complementar los servicios existentes y establecer condiciones generales que conduzcan a la inclusión social. A ello, unir también la creación de un entorno propicio para la inclusión de los migrantes proporcionando un marco legal sólido y estable junto con compromisos de financiación a largo plazo.
De hecho, como se ha visto, la parte final del Informe (el apartado 5),recoge las conclusiones del Informe y los mensajes políticos clave. Una de las afirmaciones más potentes a mi parecer es que las “políticas de integración” y los servicios para satisfacer las necesidades de todas las personas debe seguir siendo el enfoque preferido para garantizar que los migrantes no sean relegados a una vía separada en lo que respecta a la integración del mercado laboral.
Esas políticas de integración dirigidas a migrantes deben aplicarse sin perjuicio de adoptar, de forma complementaria, apoyos específicos o personalizados en determinadas categorías como las mujeres y los menores, así como los migrantes poco calificados que no vienen a Europa en el marco de un programa de empleo.
Con esa base, algunos de los mensajes clave que la Comisión Europea promueve para la integración en el mercado de trabajo, son el fomento de una integración temprana y rápida en el mercado laboral de los migrantes, ya que ello les permite ser financieramente independientes y autosuficientes, utilizar sus habilidades y calificaciones, practicar sus habilidades lingüísticas, y construir redes sociales.
También involucrar a los empleadores, la sociedad civil, las entidades de educación y formación, así como los servicios públicos de empleo, en el diseño, la implementación y la evaluación de las medidas de integración en el mercado laboral, así como también apoyar la participación de los empleadores a través de fondos gubernamentales, ya que son cruciales para la integración sostenible del mercado laboral de los migrantes.
Especial mención debe hacerse a la necesidad de mejorar los resultados educativos y de cualificaciones de los migrantes, la Comisión Europea promueve garantizar el acceso a la educación de los migrantes a través de medidas de intervención temprana que tengan en cuenta las perspectivas a corto y largo plazo, de forma que se pudiera dar prioridad a los migrantes poco calificados y a los grupos en riesgo de exclusión. También, entre otras propuestas, la necesidad de priorizar los sistemas duales que combinan cursos de idiomas con cursos de capacitación o empleo, que requieren que los migrantes conozcan el idioma antes de acceder al mercado laboral.
En definitiva, la integración de los migrantes en la sociedad y en el mercado de trabajo recibe un empujón político con este informe de la Comisión. La adopción de políticas de integración de los migrantes, vistos en su conjunto, sin perjuicio de la adopción de medidas específicas a colectivos vulnerables dentro de ellos, son un factor de futuro para el mantenimiento de nuestro sistema de protección social. En el informe se ha puesto de manifiesto la necesidad de un marco legislativo estable (cosa que España estaría cumpliendo),pero también una dotación presupuestaria con el mismo carácter, cosa que no estaría aconteciendo plenamente en España. La previsión de 70 millones en el marco del Real decreto ley 8/2019, de 8 de marzo, de medidas urgentes de protección social y de lucha contra la precariedad laboral en la jornada de trabajo es la primera medida para solucionar dicha cuestión. Pero falta concretarlas, ya sea a través de las partidas ya asignadas al Ministerio competente, ya sea con la aprobación de los presupuestos generales del Estado.
El informe cuenta con un prefacio de la Sra. Marianne Thyssen, Comisaria de Empleo, Asuntos Sociales, Cualificaciones y Movilidad laboral, de la Comisión Europea, del que quisiera recalcar dos ideas: en primer lugar, la propuesta de dotar a la migración, gestionada adecuadamente, como parte de una estrategia global para afrontar el envejecimiento demográfico y para la sostenibilidad de los sistemas de seguridad social y de pensiones. Con esta óptica, al Sra. Thyssen expresa que la clave es garantizar la inclusión de los migrantes en el mercado laboral y la sociedad, tanto respecto de los hombres como de las mujeres. En segundo lugar, y como derivada de lo anterior, que dicha inclusión de los migrantes debe realizarse con un enfoque integrado, lo que significa varias cosas: aprender unos de otros y trabajar conjuntamente, pero también ofrecer “una integración de servicios”, es decir, no solo canalizar a las personas hacia un trabajo, sino aprender la lengua del país de destino y gozar de servicios de salud y cuidado de niños.
Tras el prefacio, el Informe empieza por expresar la importancia de la inclusión de los migrantes en el mercado de trabajo como una de las áreas clave de las políticas de la Unión Europea. En este aspecto, el informe recuerda varios rasgos negativos que afectan a los migrantes extracomunitarios en el mercado de trabajo europeo como la desproporción entre el hecho de que estos son más jóvenes que los nativos (un 78% de aquellos tienen entre 15 y 64 años),pero en cambio su la tasa de actividad es del 58%; o que la tasa de empleo de los migrantes es del 67% mientras que los nativos es del 73%. Junto a ello, el informe se hace eco también de los problemas a los que se enfrentan muchos migrantes cualificados, a los que o se les reconocen sus cualificaciones en el país de destino, o en el otro extremo, los poco cualificados que no ven forma de progresar y su potencial es desaprovechado. A ello se unen los cambios que se están produciendo en el mercado de trabajo, así como las fluctuaciones en el tamaño y naturaleza de los grupos de migrantes que acceden a la UE.
Frente a ello, una de las conclusiones del informe es que para que las políticas de inclusión de los migrantes en el mercado de trabajo se conviertan en una garantía de futuro es imprescindible mirar hacia adelante y entender las tendencias más amplias que están configurando el mundo del trabajo y prepararse para los retos de futuro.
Uno de los aspectos más interesantes del Informe es el análisis de las políticas de integración de los migrantes, que se ha de recordar que son competencia de los Estados miembros, no de la propia Unión, si bien está dispone de apoyos financieros para llevar a cabo dichas políticas y medidas de integración que también son objeto de recopilación en el informe. En todo caso, no se ha de olvidar, y el informe así lo recoge, los planes o documentos no vinculantes que ha lanzado la Comisión Europea para apoyar a los Estados miembros, empleadores y agentes sociales en la adopción de medidas de integración de los migrantes, como Los principios comunes básicos para la política de integración de los inmigrantes en la UE de 2004, o también el Plan de Acción para la integración de los inmigrantes extracomunitarios, de 2016.
En este punto, recomiendo la lectura de su apartado 2.2, en el que de forma resumida se habla de los modelos de las políticas de los Estados miembros de las políticas de integración, que divide en cuatro: el modelo dirigido por el Gobierno del Estado; en segundo lugar, el modelo basado en proyectos y desarrollado en el ámbito local y regional; tercero, el modelo del “laissez-faire” en el que se suele abrir la adopción de medidas a entidades privadas; y finalmente el modelo ONG, ya que estas son las que proveen los servicios de inclusión de los migrantes usando fondos de la UE. El informe valorar algunos pros y contras de cada uno de los modelos, aunque no apuesta por ninguno de ellos. En todo caso, en la parte final del documento que se está comentando se acogen los mensajes clave que la Comisión Europea pretende lanzar en materia de políticas de inclusión de los migrantes en la sociedad y en el mercado de trabajo, así por ejemplo, en relación a cómo desarrollar mejor el enfoque integrado para incluir activamente a los migrantes en el mercado de trabajo, se incluyen, entre otras propuestas, la de asegurar una coordinación entre las partes interesadas en este ámbito para evitar la duplicación y lograr la complementariedad de medidas de apoyo a la inclusión. También la de involucrar y construir asociaciones innovadoras con actores no gubernamentales para complementar los servicios existentes y establecer condiciones generales que conduzcan a la inclusión social. A ello, unir también la creación de un entorno propicio para la inclusión de los migrantes proporcionando un marco legal sólido y estable junto con compromisos de financiación a largo plazo.
De hecho, como se ha visto, la parte final del Informe (el apartado 5),recoge las conclusiones del Informe y los mensajes políticos clave. Una de las afirmaciones más potentes a mi parecer es que las “políticas de integración” y los servicios para satisfacer las necesidades de todas las personas debe seguir siendo el enfoque preferido para garantizar que los migrantes no sean relegados a una vía separada en lo que respecta a la integración del mercado laboral.
Esas políticas de integración dirigidas a migrantes deben aplicarse sin perjuicio de adoptar, de forma complementaria, apoyos específicos o personalizados en determinadas categorías como las mujeres y los menores, así como los migrantes poco calificados que no vienen a Europa en el marco de un programa de empleo.
Con esa base, algunos de los mensajes clave que la Comisión Europea promueve para la integración en el mercado de trabajo, son el fomento de una integración temprana y rápida en el mercado laboral de los migrantes, ya que ello les permite ser financieramente independientes y autosuficientes, utilizar sus habilidades y calificaciones, practicar sus habilidades lingüísticas, y construir redes sociales.
También involucrar a los empleadores, la sociedad civil, las entidades de educación y formación, así como los servicios públicos de empleo, en el diseño, la implementación y la evaluación de las medidas de integración en el mercado laboral, así como también apoyar la participación de los empleadores a través de fondos gubernamentales, ya que son cruciales para la integración sostenible del mercado laboral de los migrantes.
Especial mención debe hacerse a la necesidad de mejorar los resultados educativos y de cualificaciones de los migrantes, la Comisión Europea promueve garantizar el acceso a la educación de los migrantes a través de medidas de intervención temprana que tengan en cuenta las perspectivas a corto y largo plazo, de forma que se pudiera dar prioridad a los migrantes poco calificados y a los grupos en riesgo de exclusión. También, entre otras propuestas, la necesidad de priorizar los sistemas duales que combinan cursos de idiomas con cursos de capacitación o empleo, que requieren que los migrantes conozcan el idioma antes de acceder al mercado laboral.
En definitiva, la integración de los migrantes en la sociedad y en el mercado de trabajo recibe un empujón político con este informe de la Comisión. La adopción de políticas de integración de los migrantes, vistos en su conjunto, sin perjuicio de la adopción de medidas específicas a colectivos vulnerables dentro de ellos, son un factor de futuro para el mantenimiento de nuestro sistema de protección social. En el informe se ha puesto de manifiesto la necesidad de un marco legislativo estable (cosa que España estaría cumpliendo),pero también una dotación presupuestaria con el mismo carácter, cosa que no estaría aconteciendo plenamente en España. La previsión de 70 millones en el marco del Real decreto ley 8/2019, de 8 de marzo, de medidas urgentes de protección social y de lucha contra la precariedad laboral en la jornada de trabajo es la primera medida para solucionar dicha cuestión. Pero falta concretarlas, ya sea a través de las partidas ya asignadas al Ministerio competente, ya sea con la aprobación de los presupuestos generales del Estado.