Febrero de 2021: Viendo el cuadro La Pesadilla, de Füssli mientras la vacunación frente a la Covid-19 no avanza.
Durente este febrero he escogido como imagen del mes de este Diario digital el cuadro "La pesadilla" (1781) de Johann Heinrich Füssli, que se puede ver en el Detroit Institute of Arts. Como es costumbre, si seguís leyendo en esta sección encontraréis algunos comentarios míos sobre este cuadro.
Este mes de febrero en el que estamos aún en un confinamiento municipal por la pandemia de la Covid-19 y la gestión de las vacunas no es tan agil como debiera ser, me he decidido por este cuadro tan sombrio de finales del s. XVIII, que tal vez nos habla algo de lo que era la sociedad en aquella época, en la que fuerzas ideológicas y espiriturales muy potentes luchaban entre sí, las ideas de la ilustración y la razón por un lado, la irracionalidad y la religión por otro. Tal vez, nuestra época esté viviendo también una reconfiguración de nuestro estilo de vida y de trabajo, ante los cambios impuestos por la pandemia, el cambio climático, o la revolución digital. Esas nuevas fuerzas son capaces de afectar nuestra capacidad de raciocinio o nuestra identidad vital, y puede que para muchas personas ello constituya una pesadilla, a no ser que desde el poder público, legislando, y el poder privado, pensando justamente en las personas, se atenue o se evite esa sensacion de peligro.
En todo caso, y centrándome en el cuadro, me quedo mirando la luz que desprende la mujer recostada, la cual ilumina la figura fantástica de un nomo sobre su vientre, mitad animal, mitad hombre, pero en el que sobresalen los rasgos demoniacos de su faz, acompañado por un caballo que tiene los ojos salidos de órbita.
La imagen de una pesadilla, que no quiero, no deseo, que sea de carácter social en los meses que vienen. En todo caso, esos tres personajes, tal y com están situados, tal vez esconda algo, un espiritu escondido del autor tal vez impregnado de erotismo. Efectivamente, dicen los entendidos que la falta de reciprocidad en el amor y derivado de ello la falta de relación sexual con su amada, haya llevado a pintar este cuadro, en el que el nomo antropoide se sienta nada menos que en el vientre de la mujer. Desde luego, una aventura pictórica muy valiente en una sociedad profundamente religiosa como la de aquella época.
Desde luego, un cuadro donde predomina lo irracional, propio del ser humano, para quién, en todo caso, la historia del pensamiento nos ha dicho también lo importante que es la luz intelectual, la razón, siempre que esta, añado, se ponga al servicio del ser humano.
Finalmente, quisiera expresar que un año más, este mes de febrero he vuelto a ser nombrado Profesor Invitado por la Universidad Via Domitia de Perpiñán (Francia). Quisiera agradecer a la Universidad de Via Domitia de Perpñán, Francia, haberme nombrado un año más como Profesor Invitado de su Máster de Derecho de los Negocios, donde tengo el encargo de llevar a cabo dos asignaturas, una sobre Derecho Social Europeo (en francés),la otra sobre Instituciones laborales y judiciales en España, Cataluña y Andorra (en español).
He realizado las clases correspondientes a estas materias durante este mes de febrero. La respuesta de los estudiantes este mes de febrero, tanto en Girona como en Perpiñán, ha sido muy buena. Les deseo mucha suerte en el futuro.
En todo caso, y centrándome en el cuadro, me quedo mirando la luz que desprende la mujer recostada, la cual ilumina la figura fantástica de un nomo sobre su vientre, mitad animal, mitad hombre, pero en el que sobresalen los rasgos demoniacos de su faz, acompañado por un caballo que tiene los ojos salidos de órbita.
La imagen de una pesadilla, que no quiero, no deseo, que sea de carácter social en los meses que vienen. En todo caso, esos tres personajes, tal y com están situados, tal vez esconda algo, un espiritu escondido del autor tal vez impregnado de erotismo. Efectivamente, dicen los entendidos que la falta de reciprocidad en el amor y derivado de ello la falta de relación sexual con su amada, haya llevado a pintar este cuadro, en el que el nomo antropoide se sienta nada menos que en el vientre de la mujer. Desde luego, una aventura pictórica muy valiente en una sociedad profundamente religiosa como la de aquella época.
Desde luego, un cuadro donde predomina lo irracional, propio del ser humano, para quién, en todo caso, la historia del pensamiento nos ha dicho también lo importante que es la luz intelectual, la razón, siempre que esta, añado, se ponga al servicio del ser humano.
Finalmente, quisiera expresar que un año más, este mes de febrero he vuelto a ser nombrado Profesor Invitado por la Universidad Via Domitia de Perpiñán (Francia). Quisiera agradecer a la Universidad de Via Domitia de Perpñán, Francia, haberme nombrado un año más como Profesor Invitado de su Máster de Derecho de los Negocios, donde tengo el encargo de llevar a cabo dos asignaturas, una sobre Derecho Social Europeo (en francés),la otra sobre Instituciones laborales y judiciales en España, Cataluña y Andorra (en español).
He realizado las clases correspondientes a estas materias durante este mes de febrero. La respuesta de los estudiantes este mes de febrero, tanto en Girona como en Perpiñán, ha sido muy buena. Les deseo mucha suerte en el futuro.
