07/02/2021
22 de Julio: una serie de televisión para ver y reflexionar sobre nuestro sistema de libertades y de Bienestar social.
Si tenéis la oportunidad de hacerlo, quisiera recomendaros ver la serie de televisión “22 de Julio”, programada por la plataforma Filmin. Es una serie noruega, dirigida por Sara Johnsen y Pål Sletaune, que consta de 6 episodios de 45 minutos cada uno de ellos.
Antes de leer el comentario que llevo a cabo sobre la serie, si queréis acceder a ella a través de la página web de Filmin podéis hacerlo a través del link: https://www.filmin.es/serie/22-de-julio
En todo caso, dentro de la reseña que voy a realizar ya incluyo el trailer oficial publicado en Youtube.
Antes de leer el comentario que llevo a cabo sobre la serie, si queréis acceder a ella a través de la página web de Filmin podéis hacerlo a través del link: https://www.filmin.es/serie/22-de-julio
En todo caso, dentro de la reseña que voy a realizar ya incluyo el trailer oficial publicado en Youtube.
La serie nos habla de la sociedad noruega semanas antes, durante y después de los atentados que un ultraderechista de dicha nacionalidad cometió el 22 de julio de 2011, haciendo estallar primero una bomba en el centro de Oslo y pocas horas después ametrallando a jóvenes socialistas que estaban de acampada en un encuentro organizado por la Liga de Trabajadores en la isla de Utoya, dejando tras de sí 77 personas muertas (por cierto, aprecio mucho que en la serie no se vea ningún asesinato relacionado con el atentado, aunque ello no me ha evitado sentir cierto pánico y horror ante lo que me sugieren muchas escenas de lo que está pasando).
En la serie vemos desfilar diversas situaciones que enmarcan el contexto social de Noruega en el que se desataron los actos terroritas del 22 de julio, algunas de las cuales, por cierto, tienen un acentuado interés en tanto que profesor del Derecho del Trabajo que soy. Entre otros conflictos que van fluyendo en la serie estan los siguientes: la tensión de carácter laboral que se vive en un Hospital por los recortes de personal que pretende llevar a cabo su dirección (por cierto, en el marco de este conflicto, llama la atención como ante la actuación de una médica que utiliza los medios de comunicación para expresar su disconformidad ante las decisiones empresariales, el director del Hospital la llame al orden apelando a su "lealtad" hacia la empresa); también, las consecuencias del mal funcionamiento o directamente de la dejadez o incompetencia en el trabajo de la policía o los servicios sociales, lo que afectará a la vida de muchas personas; la xenofobia hacia los extranjeros, representados en la serie por empleados etíopes, cuyo trabajo en un Hospital nos dice mucho de su situación y función social en Noruega; o la difusión a través de redes sociales y blogs de mensajes rayanos con discursos de odio, sin que se abra o exija ningún debate social sobre sus límites ni se exija ningún tipo de responsabilidad. De hecho, llama la atención el marcaje que se somete a la libre expresión de la doctora en defensa de sus derechos laborales en un Hospital, y la tolerancia con la que la sociedad acepta la publicación de determinados mensajes en medios de difusión de amplio alcance que pueden dañarla seriamente.
El sábado 30 de enero, en su artículo semanal en El País, titulado "Ficciones socialdemocrátas", Antonio Muñoz Molina explica que viendo la serie constató el mayor nivel de riqueza y bienestar de la sociedad noruega respecto de la española. Estoy de acuerdo con ello. No obstante, la serie también muestra crudamente deficiencias importantes del sistema público (incluyendo servicios sociales, cuerpos de seguridad, sanidad, educación),que tanto admiramos desde aquí.
La serie nos ofrece una serie de causas sobre ello, entre las que quisiera mencionar determinadas políticas de austeridad que se llevaron a cabo desde 2008, pero también la asunción por los órganos directivos de entidades públicas de servicio público de una manera de gestionar el trabajo de sus empleados que olvidan su dignidad o derechos constitucionales como trabajadores, o la atribución a cada uno de ellos de objetivos específicamente basados en la obtención de determinados ratios de productividad, que resultan muy alejados de la función social y de protección de las personas a los que aquellos están comprometidos.
En todo caso, una raíz profunda de esos problemas esté en un virus que nos afecta a todos y del que tampoco se escapa la sociedad noruega,. No me refiero a ningún agente infeccioso de carácter biológico, sino a uno de carácter político y social. En los momentos iniciales del primer episodio de la serie, vemos una furgoneta que lleva unos paquetes (que acabarán siendo trágicos) a una casa de montaña a través de carreteras idílicas. Los conductores tienen puesta una emisora de radio en la que se está comentando como Noruega es el mejor país del mundo para vivir, el mejor en democracia y en calidad de funcionamiento institucional, el que tiene mayor calidad de vida, etc… Tal vez ahí, en la difusión sin matices de este mensaje y en la recepción acrítica por la sociedad de ese autobombo nacional esté en el fondo de muchos males que afectan a ese país y a muchos otros. En mi opinión, afirmaciones como aquellas solo sirven para hinchar el orgullo nacional, lo cual tiene derivadas muy perjudiciales, ya que de esa forma se tapan y desvian problemas sociales que afectan realmente al trabajo y a la vida de las personas. Ante ese tipo de afirmaciones, no vale asumir una posición acomodotacia, que en el fondo es lo que buscan, sino activar nuestros derechos constitucionales (en el caso de una médico de la serie o de un polícia municipal, su libertad de expresión),y derivado de ello, criticar lo que no marcha bien y actuar en consecuencia. Como dice uno de los protagonistas de la serie, no llevar a cabo ese ejercicio de información pública, de crítica a lo que no funciona, es básico justamente para mantener el sistema de Bienestar social, sistema que, añado, con tan buenos resultados en Noruega, pero también en otros países europeos tanto ha costado históricamente adquirir.
También, y así lo veo yo en tanto que servidor público, apelar a nuestro compromiso como tales en la obligación de hacer nuestro trabajo de la menor manera posible, y especialmente si se trabaja en servicios públicos que afectan directamente a derechos de las personas, hacerlo de forma que podamos ofrecer lo mejor para aquellas que son más débiles o que no pueden hacer oir su voz.
Os dejo con el Trailer oficial de 22 de Julio publicado en Youtube. Si lo véis, espero que os guste tanto como a mi.
¡Espero que esta breve entrada haya sido de vuestro interés!