31/12/2020
Mi aportación al 250 aniversario del nacimiento de Beethoven: la IX Sinfonía como nuestra voz ante el 2021
Con esta entrada quiero celebrar esa efeméride y a la vez, a punto de iniciar el 2021, insuflar ánimos para afrontar con fe y esperanza el año 2021.
Con esta entrada no pretendo hablar del Genio, sino de una de sus obras, la Novena Sinfonía, y más en particular el último de sus movimientos, el cuarto, que es muy conocido no solo por las versiones de música popular que se han hecho, sino por haber sido adoptado como himno de la Unión Europea en 1986 (anteriormente el Consejo de Europa en 1972 ya lo había escogido como tal con los arreglos de Herbert von Karajan, el cual compuso tres versiones para piano, instrumentos de viento y orquesta sinfónica).
Con esta entrada no pretendo hablar del Genio, sino de una de sus obras, la Novena Sinfonía, y más en particular el último de sus movimientos, el cuarto, que es muy conocido no solo por las versiones de música popular que se han hecho, sino por haber sido adoptado como himno de la Unión Europea en 1986 (anteriormente el Consejo de Europa en 1972 ya lo había escogido como tal con los arreglos de Herbert von Karajan, el cual compuso tres versiones para piano, instrumentos de viento y orquesta sinfónica).
La razón por la que a poco de finalizar el año 2020 y empezar el 2021 elijo esta obra musical es al saber, gracias al libro de Alfonso López Quintás: La Novena Sinfonía de Beethoven (Rialp S.A., 2015),como Beethoven, en un momento de decadencia física y social, tomo por lema “¡Por el dolor a la alegría!” y se puso a componer su IX Sinfonía. De la misma forma, 2020, año de pandemia, nos ha dejado sufrimiento y angustia, tanto respecto de la salud propia y de nuestro entorno familiar y de amistades, como por el hecho de que muchas personas, asalariadas o autónomas, hayan dejado de trabajar, en muchos casos sin el respaldo económico que debe compensar ese hecho; a ello se ha agregado una visible dosis de discordia que se ha inoculado en nuestra sociedad, verdadero obstáculo a cualquier desarrollo social y personal de todos nosotros.
Frente a ello, se alzó Beethoven con sus Novena Sinfonía en unos tiempos tristes y convulsos como fue el primer cuarto del s. XIX, en los que, si se me permite este paréntesis discursivo, los ideales que impregnaron la Revolución Francesa de 1789, libertad, igualdad y fraternidad, estaban vaciándose de contenido con las monarquías absolutistas que habían ganado al imperio napoleónico.
Como dice el Pr. López Quintás en su libro, la intención de Beethoven con su obra fue abrir un camino hacia la felicidad promoviendo la solidaridad de las gentes entre sí y de todas con el Creador, y mostrando que esa actitud fundadora de unidad se traduce en una explosión de alegría desbordante. Según López Quintás, el compositor hermanó la virtud, es decir, la solidaridad, el amor de los hombres entre sí y con el creador, con el amor al arte, y afirma que la alegría “es el sentimiento efusivo que brota como fruto de esa unión fecunda, que colma nuestra vida de sentido”.
Como vendría a querernos decir Beethoven, la IX Sinfonía es la voz de todos y todas frente a lo que sucede, es saber que la fraternidad nos sirve para afrontar el presente pero también las consecuencias económicas y sociales de esa pandemia; es revolvernos contra la discordia y los egoísmos y búsqueda de satisfacciones individuales e inmediatas, que proclama la necesidad de convertirnos hacia la unidad de todos y todas y la alegría.
La IX Sinfonía se estrenó en Viena el 7 de mayo de 1824. Espero volver a hacer una entrada para conmemorar ese aniversario, y llevarlo a cabo en una sociedad sana, sin peligros naturales como el que nos asola, y más igual, fraterna y libre, en el sentido que defiendo muchas veces en público y en privado, la libertad entendida por mi como una asunción de sentimiento de seguridad en nuestra existencia, de apoyo entre todos nosotros, de ejercicio de nuestros Derechos fundamentales tan luchados a lo largo de nuestra historia sin poner en cuestión los de los demás.
Hace varios años, respecto de la Novena Sinfonía leí un artículo de Antonio Muñoz Molina (véase en Ediciciones Clásica El País (2016),que se había convertido en La Marsellesa de la humanidad, que había servido para todas las causas, una bandera de tantos entusiasmos contradictorios entre sí que parece milagrosa su supervivencia intacta y su capacidad de alantar pasiones nuevas. Se preguntaba si no sería la IX, más una declaración de nostalgia hacia los sueños fracasados que de confianza en un luminoso porvenir. Una gran pregunta, que tal vez contenga como respuesta la doble opción que ofrece, o, a mi modo de ver, tal vez demasiado romántico, implique la creencia en el progreso del ser humano en esos valores de libertad, igualdad y fraternidad, aunque siempre reconociendo que el camino ofrecido por la providencia o por Dios para alcanzarlos se escapa a nuestro control y entendimiento, aunque sin duda alguna, los alcanzarán plenamente.
Para expresar esa voluntad de unión entre los seres humanos, Beethoven acoge la Oda de Schiller (1759-1805),y hace que el coro y los solistas realicen el inmenso esfuerzo de cantar con el estilo propio de los instrumentos.
A continuación, recojo la Oda con sus diversas estrofas (transpongo la Oda en la forma transcrita por Alfonso López Quintás en su libro): Alegría y hermandad; Amistad, Jubilo y Alianza; la Naturaleza y Dios; Alegría y búsqueda heroica de la Hermandad; el Abrazo y el beso al Mundo entero; y finalmente,Unión recurrente del hombre con el Creador.
Posteriormente a la Oda, he instalado un video de youtube de un concierto de la IX Sinfonía dirigido por Daniel Barenboim para que la gocemos una vez más.
1. Oda de Schiller:
ALEGRIA Y HERMANDAD.
Alegría, bello fulgor
divino,
Hija del Elíseo;
Ebrios de fuego
penetramos,
Oh celeste, en tu
santuario.
Tu encanto une de
nuevo
Lo que la moda separó
rigurosamente;
Todos los hombres se
vuelven hermanos
Donde tu dulce ala se
posa.
AMISTAD, JÚBILO Y ALIANZA,
Quien haya tenido la
suerte
De ser amigo de un
amigo
Quien haya conseguido
una mujer amable,
Una su júbilo al nuestro
¡Si, también aquel que
pueda considerar
Como suya un alma sobre
la tierra!
Y el que no lo haya podido,
Aléjese, llorando, de este grupo.
LA NATURALEZA Y DIOS
Todos los seres beben
alegría
En los pechos de la
Naturaleza
Todos los buenos, todos
los malos
Siguen su huella de rosas.
Ella nos ha dado los besos
y la vid,
Un amigo fiel hasta en la muerte;
Se le ha dado deleite al
gusano
Y el querubín se yergue
ante Dios.
ALEGRIA Y BÚSQUEDA HERÓICA DE LA HERMANDAD
¡Alegres! ¡Alegres!
¡Alegres, como vuelan
sus soles
A través del esplendido
firmamento
Recorred, hermanos,
vuestro camino,
Alegremente, como el
héroe hacia la victoria!
EL ABRAZO Y EL BESO AL MUNDO ENTERO
¡Abrazaos, millones
(de seres)!
¡Este beso al mundo
entero!
Hermanos, sobre la
bóveda estrellada
Tiene que habitar un
padre amoroso.
UNIÓN RECURRENTE DEL HOMBRE CON EL CREADOR
¿Os prosternáis,
millones de (seres)?
¿Presientes tú, oh
mundo, al Creador?
¡Búscalo, por encima de
la bóveda estrellada!
Sobre las estrellas tiene
que habitar.
2. Video de youtube de un concierto de la IX Sinfonía dirigido por Daniel Barenboim (Sinfonía Nº 9, en re menor, Op. 125 “Coral”. Ludwig van Beethoven -Germ./ Engl./ Span. subtitles-.
Frente a ello, se alzó Beethoven con sus Novena Sinfonía en unos tiempos tristes y convulsos como fue el primer cuarto del s. XIX, en los que, si se me permite este paréntesis discursivo, los ideales que impregnaron la Revolución Francesa de 1789, libertad, igualdad y fraternidad, estaban vaciándose de contenido con las monarquías absolutistas que habían ganado al imperio napoleónico.
Como dice el Pr. López Quintás en su libro, la intención de Beethoven con su obra fue abrir un camino hacia la felicidad promoviendo la solidaridad de las gentes entre sí y de todas con el Creador, y mostrando que esa actitud fundadora de unidad se traduce en una explosión de alegría desbordante. Según López Quintás, el compositor hermanó la virtud, es decir, la solidaridad, el amor de los hombres entre sí y con el creador, con el amor al arte, y afirma que la alegría “es el sentimiento efusivo que brota como fruto de esa unión fecunda, que colma nuestra vida de sentido”.
Como vendría a querernos decir Beethoven, la IX Sinfonía es la voz de todos y todas frente a lo que sucede, es saber que la fraternidad nos sirve para afrontar el presente pero también las consecuencias económicas y sociales de esa pandemia; es revolvernos contra la discordia y los egoísmos y búsqueda de satisfacciones individuales e inmediatas, que proclama la necesidad de convertirnos hacia la unidad de todos y todas y la alegría.
La IX Sinfonía se estrenó en Viena el 7 de mayo de 1824. Espero volver a hacer una entrada para conmemorar ese aniversario, y llevarlo a cabo en una sociedad sana, sin peligros naturales como el que nos asola, y más igual, fraterna y libre, en el sentido que defiendo muchas veces en público y en privado, la libertad entendida por mi como una asunción de sentimiento de seguridad en nuestra existencia, de apoyo entre todos nosotros, de ejercicio de nuestros Derechos fundamentales tan luchados a lo largo de nuestra historia sin poner en cuestión los de los demás.
Hace varios años, respecto de la Novena Sinfonía leí un artículo de Antonio Muñoz Molina (véase en Ediciciones Clásica El País (2016),que se había convertido en La Marsellesa de la humanidad, que había servido para todas las causas, una bandera de tantos entusiasmos contradictorios entre sí que parece milagrosa su supervivencia intacta y su capacidad de alantar pasiones nuevas. Se preguntaba si no sería la IX, más una declaración de nostalgia hacia los sueños fracasados que de confianza en un luminoso porvenir. Una gran pregunta, que tal vez contenga como respuesta la doble opción que ofrece, o, a mi modo de ver, tal vez demasiado romántico, implique la creencia en el progreso del ser humano en esos valores de libertad, igualdad y fraternidad, aunque siempre reconociendo que el camino ofrecido por la providencia o por Dios para alcanzarlos se escapa a nuestro control y entendimiento, aunque sin duda alguna, los alcanzarán plenamente.
Para expresar esa voluntad de unión entre los seres humanos, Beethoven acoge la Oda de Schiller (1759-1805),y hace que el coro y los solistas realicen el inmenso esfuerzo de cantar con el estilo propio de los instrumentos.
A continuación, recojo la Oda con sus diversas estrofas (transpongo la Oda en la forma transcrita por Alfonso López Quintás en su libro): Alegría y hermandad; Amistad, Jubilo y Alianza; la Naturaleza y Dios; Alegría y búsqueda heroica de la Hermandad; el Abrazo y el beso al Mundo entero; y finalmente,Unión recurrente del hombre con el Creador.
Posteriormente a la Oda, he instalado un video de youtube de un concierto de la IX Sinfonía dirigido por Daniel Barenboim para que la gocemos una vez más.
1. Oda de Schiller:
ALEGRIA Y HERMANDAD.
Alegría, bello fulgor
divino,
Hija del Elíseo;
Ebrios de fuego
penetramos,
Oh celeste, en tu
santuario.
Tu encanto une de
nuevo
Lo que la moda separó
rigurosamente;
Todos los hombres se
vuelven hermanos
Donde tu dulce ala se
posa.
AMISTAD, JÚBILO Y ALIANZA,
Quien haya tenido la
suerte
De ser amigo de un
amigo
Quien haya conseguido
una mujer amable,
Una su júbilo al nuestro
¡Si, también aquel que
pueda considerar
Como suya un alma sobre
la tierra!
Y el que no lo haya podido,
Aléjese, llorando, de este grupo.
LA NATURALEZA Y DIOS
Todos los seres beben
alegría
En los pechos de la
Naturaleza
Todos los buenos, todos
los malos
Siguen su huella de rosas.
Ella nos ha dado los besos
y la vid,
Un amigo fiel hasta en la muerte;
Se le ha dado deleite al
gusano
Y el querubín se yergue
ante Dios.
ALEGRIA Y BÚSQUEDA HERÓICA DE LA HERMANDAD
¡Alegres! ¡Alegres!
¡Alegres, como vuelan
sus soles
A través del esplendido
firmamento
Recorred, hermanos,
vuestro camino,
Alegremente, como el
héroe hacia la victoria!
EL ABRAZO Y EL BESO AL MUNDO ENTERO
¡Abrazaos, millones
(de seres)!
¡Este beso al mundo
entero!
Hermanos, sobre la
bóveda estrellada
Tiene que habitar un
padre amoroso.
UNIÓN RECURRENTE DEL HOMBRE CON EL CREADOR
¿Os prosternáis,
millones de (seres)?
¿Presientes tú, oh
mundo, al Creador?
¡Búscalo, por encima de
la bóveda estrellada!
Sobre las estrellas tiene
que habitar.
2. Video de youtube de un concierto de la IX Sinfonía dirigido por Daniel Barenboim (Sinfonía Nº 9, en re menor, Op. 125 “Coral”. Ludwig van Beethoven -Germ./ Engl./ Span. subtitles-.