04/11/2024
Juan Benet: EL CABALLERO DE SAJONIA (Penguin Random House, Grupo Editorial, S.A.U., 2015).
"Nos movemos en dos tiempos distintos -dijo el Emperador-, tal y como antes te decía. A vosotros, frailes y párrocos, os han formado y acostumbrado para vivir en la paciencia, que es la forma que toma la esperanza para transcurrir por este mundo. Y nada que ocurra un día puede alterar la promesa de bienaventuranza, tras el Juicio. Pero nosotros, los hombres del siglo y más los que hemos sido elegidos para el empleo de la gobernación, vivimos necesariamente en la impaciencia porque lo que ocurra hoy puede alterar en todo lo que tenemos que hacer mañana y no podemos dejar pasar un solo día sin acometer los problemas que no quedaron resueltos en el anterior. Tú tienes en Cristo un aliado firme, que en nombre de Dios estableció de una vez para siempre su testamento con los hombres, en tanto mis socios son volubles e interesados y no vacilan en romper sus pactos en cuanto atisban un mayor o más pronto beneficio. Lo estás viendo todos los días, ni siquiera el Papa sabe respetar sus compromisos y cumplir sus promesas. Lo que un día queda atado al siguiente vuelege a estar suelto (y para que te voy a contar de la habilidad del rey Francisco en hacer y deshacer lazos) y todo el arte de la política nace de un momento de anticipación, de ensueño del fracaso, del miedo a la mala voluntad y de la distancia que el pastor debe mantener con su rebaño, no sea que en un momento de pánico sea aplastado por él; de que la supervivencia, Martín, es el resultado a partes iguales de un milagro y de una voluntad y que si uno de los dos falla el negocio irremediablemente se viene abajo. Y no es tanto su vigilia lo que distingue al gobiernante de entre los demás hombres sino la costumbre y la ciencia que ha adquirido para, hasta en sueños, estar tocando los hilos del destino, como un ciego la correa de su perro".