Junio de 2020: celebrando el fin de curso con el "Fin de la jornada", de Soroya.
Esta última semana de junio seguimos difundiendo la 2ª Edición del Postgrado de Especialista en Derecho del Trabajo y Seguridad Social de la Universidad de Girona (UdG) del próximo curso 2020/2021. Sus sesiones se llevarán a cabo por videoconferencia a través de la plataforma Zoom, y se impartirá en español.
En este mes de junio se acaba también el curso académico 2019/2020, y con ello todos aquellos objetivos laborales que me impuse cumplir en septiembre del año pasado. Lo estoy viviendo como el ambiente que tan bien refleja el magnifico cuadro que adjunto este mes: "Fin de la Jornada" (1900),de D. Joaquín Soroya y Bastida.
La elección de este cuadro como imagen del mes de Junio de 2020 no podía ser más actual, ya que el Tribunal Supremo ha dictado en fecha de 3 de junio, un Auto en el que admite a tramite el recurso de casación preparado por la propiedad particular del cuadro contra la sentencia de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Madrid de 12 de junio de 2019. Esta resolución judicial desestimó los recursos que los propietarios del cuadro interpusieron con la Resolución de 13 de septiembre de 2017 del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y la Resolución de 26 de octubre de 2016 de la Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales y de Archivos y Bibliotecas, por las que se denegaba el permiso de exportación temporal con posibilidad de venta del cuadro referenciado.
Habrá que esperar a la resolución del Tribunal Supremo para saber si el cuadro Fin de la Jornada puede seguir estando en España o no.
En todo caso, en la Auto que he citado del TS se pueden leer las conclusiones de informes interesantes del Museo de Soroya y del Museo del Prado, ambos en Madrid; en este sentido, el del Prado dice que "Es una obra de un periodo especialmente importante de la obra de Sorolla, en agosto-septiembre de 1900, con un valor decisivo en la evolución de su pintura, inmediatamente posterior a la obtención del Grand Prix en la Exposición Universal de París en 1900, en la que pudo ver obras de otros artistas y compararla con la suya propia. Se acentuó su interés por la captación de la luz a través de un color más vivo y una pincelada muy suelta con unos encuadres que ponen de manifiesto un interés muy especial por lo inmediato. Obra de excelente ejecución y buen estado de conservación, con cierto interés para las colecciones públicas españolas, no teniendo El Prado representación de este género de obras de Sorolla, muy características del pintor, que reúnen los temas de trabajo y de marina".
Para conocer esta obra también es de interés el libro "Soroya", Vida & Obra, 2010 Editorial Libsa. Sobre el cuadro se dice que en Fin de Jornada el pintor se cetra en el análisis de la figura humana, que gana en volument, corporeidad y rotundidad, mientras el paisaje se hace cada vez más evanescente, más cambiante y lírico, pierde materialidad, casi desecho en un puro juego de reflejos. Añade que contiene una idea de tensión, del esfuerzo que tienen que llevar a cabo los hombres para arrastrar la barca, que se manifiesta igualmente en las posturas que adoptan (p. 95).
Ver el cuadro me produce una sensación de paz tras el trabajo (el curso) realizado. Se pone el sol, y los pescadores, posiblemente fatigados por la jornada realizada, aplican sus última energia a arrastrar la barca y tras ello, recoger sus bártulos. Lo sombreado de la imagen acentúa su luminosidad por el fogoso color de las rocas del fondo que aún son bañadas por un sol probablemente veraniego, ofreciendo un conjunto que para mi es de cierta melancolia pero a la vez de regocijo en la belleza del día a día.
Eso es lo que estoy viviendo: cansado por un curso excepcional derivado de la epidemia del Covid-19, que ha requerido un trabajo que, a diferencia del cuadro, se ha salido de la norma; también triste no solo por los problemas económicos por los que está atravesando mucha gente, sino porqué toda puesta del sol, como ocurre en el cuadro citado, tiene una connotación triste como dice Dickens en su obra Historia de dos ciudades; pero finalmente, esperanzado en poder seguir al día siguiente con el trabajo y con la intención puesta en hacerlo lo mejor posible.
En este mes de junio se acaba también el curso académico 2019/2020, y con ello todos aquellos objetivos laborales que me impuse cumplir en septiembre del año pasado. Lo estoy viviendo como el ambiente que tan bien refleja el magnifico cuadro que adjunto este mes: "Fin de la Jornada" (1900),de D. Joaquín Soroya y Bastida.
La elección de este cuadro como imagen del mes de Junio de 2020 no podía ser más actual, ya que el Tribunal Supremo ha dictado en fecha de 3 de junio, un Auto en el que admite a tramite el recurso de casación preparado por la propiedad particular del cuadro contra la sentencia de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Madrid de 12 de junio de 2019. Esta resolución judicial desestimó los recursos que los propietarios del cuadro interpusieron con la Resolución de 13 de septiembre de 2017 del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte y la Resolución de 26 de octubre de 2016 de la Dirección General de Bellas Artes y Bienes Culturales y de Archivos y Bibliotecas, por las que se denegaba el permiso de exportación temporal con posibilidad de venta del cuadro referenciado.
Habrá que esperar a la resolución del Tribunal Supremo para saber si el cuadro Fin de la Jornada puede seguir estando en España o no.
En todo caso, en la Auto que he citado del TS se pueden leer las conclusiones de informes interesantes del Museo de Soroya y del Museo del Prado, ambos en Madrid; en este sentido, el del Prado dice que "Es una obra de un periodo especialmente importante de la obra de Sorolla, en agosto-septiembre de 1900, con un valor decisivo en la evolución de su pintura, inmediatamente posterior a la obtención del Grand Prix en la Exposición Universal de París en 1900, en la que pudo ver obras de otros artistas y compararla con la suya propia. Se acentuó su interés por la captación de la luz a través de un color más vivo y una pincelada muy suelta con unos encuadres que ponen de manifiesto un interés muy especial por lo inmediato. Obra de excelente ejecución y buen estado de conservación, con cierto interés para las colecciones públicas españolas, no teniendo El Prado representación de este género de obras de Sorolla, muy características del pintor, que reúnen los temas de trabajo y de marina".
Para conocer esta obra también es de interés el libro "Soroya", Vida & Obra, 2010 Editorial Libsa. Sobre el cuadro se dice que en Fin de Jornada el pintor se cetra en el análisis de la figura humana, que gana en volument, corporeidad y rotundidad, mientras el paisaje se hace cada vez más evanescente, más cambiante y lírico, pierde materialidad, casi desecho en un puro juego de reflejos. Añade que contiene una idea de tensión, del esfuerzo que tienen que llevar a cabo los hombres para arrastrar la barca, que se manifiesta igualmente en las posturas que adoptan (p. 95).
Ver el cuadro me produce una sensación de paz tras el trabajo (el curso) realizado. Se pone el sol, y los pescadores, posiblemente fatigados por la jornada realizada, aplican sus última energia a arrastrar la barca y tras ello, recoger sus bártulos. Lo sombreado de la imagen acentúa su luminosidad por el fogoso color de las rocas del fondo que aún son bañadas por un sol probablemente veraniego, ofreciendo un conjunto que para mi es de cierta melancolia pero a la vez de regocijo en la belleza del día a día.
Eso es lo que estoy viviendo: cansado por un curso excepcional derivado de la epidemia del Covid-19, que ha requerido un trabajo que, a diferencia del cuadro, se ha salido de la norma; también triste no solo por los problemas económicos por los que está atravesando mucha gente, sino porqué toda puesta del sol, como ocurre en el cuadro citado, tiene una connotación triste como dice Dickens en su obra Historia de dos ciudades; pero finalmente, esperanzado en poder seguir al día siguiente con el trabajo y con la intención puesta en hacerlo lo mejor posible.